Xosé Neira Vilas, autor de "Memorias dun neno labrego", "Xente do
rodicio", "Pan" o "Aquiles anos do Moncho", estuvo ayer en Vila de
Cruces, donde sus paisanos inauguraron una biblioteca pública que
llevará su nombre y quisieron rendirle un cálido homenaje a un
vecino universal que ha llevado Galicia por todo el mundo.
El poeta recibió un cálido homenaje de los vecinos de Vila de
Cruces.
Su última obra, "Guerrilleiros", es una novela testimonial e
histórica
Esta biblioteca, subvencionada por la Xunta de Galicia y a la que
Neira Vilas ha donado varios libros, forma parte del proyecto de
creación de la Fundación Neira Vilas, cuya sede será la casa donde
nació el escritor, en la parroquia de Gres, una vez que haya sido
restaurada. Este escritor gallego, que emigró a Cuba hace más de
cuarenta años, viene todos los años a Galicia a pasar el verano ya
que según comenta "no me gusta el frío, cuando comienza a hacer mal
tiempo me voy a tierras más calientes".
- Hace poco ha publicado su último libro, "Guerrilleiros", que
trata de una historia real.
- Si, es un libro testimonial sobre la lucha guerrilleira anti franquista de los años cuarenta. No es un trabajo que agote el
tema, ni mucho menos. Es un testimonio de cuatro guerrilleros,
tres de ellos que viven aún y uno que vivió en Cuba. Al vivir en
aquel país tuve acceso a documentos de primera mano sobre esa
persona y eso es lo que contiene el libro. Es una testimonio real,
no hay nada de ficción y además contiene mucha documentación
gráfica complementando el texto.
-¿Que te ha parecido que sus paisanos hagan una fundación,
restauren su casa y que una biblioteca lleve su nombre?.
- Lo de la fundación y mi casa me parece muy interesante porque me
gustaría hacer allí una biblioteca pública. Es una casa vieja de
labradores y siempre he querido que tenga un destino de bien común,
ésto es lo más interesante, lo más emocionante para mí. En cuanto
al nombre de la biblioteca de Vila de Cruces, la verdad es que a mí
eso me trae cierta incomodidad porque pienso que los nombres se
deben poner cuando uno ya no está, pero tampoco era cuestión de
decir que no. Ya hace unos años tuvieron una iniciativa en esta
villa para ponerle mi nombre a un colegio y me negué entonces
porque creí que no era tiempo de darle nombre de una persona viva.
Pero al tratarse de una biblioteca accedí.
Sus obras
- ¿Es verdad que van a traer todas sus obras a su casa de Gres?.
- No lo sé, es prematuro hablar de eso. Además, hay que empezar
por reconstruirla y después crear una biblioteca pública...
el tiempo lo dirá.
- ¿Cómo gallego que vive en Cuba, qué le parece la visita de Manuel
Fraga a ese país?.
- Me parece muy bien. En Cuba se acoge bien a todo visitante, a
allí va mucha gente de Galicia, muchos turistas. Es un pueblo muy
hospitalario que acogerá muy bien a don Manuel Fraga.
Asilo político
- ¿Qué opina de la noticia que salió hace unos días sobre el asilo
político de Fidel Castro en Galicia?.
- No sé nada, es una tontería, un disparate. No sé si quien inventó
eso le dió a la botella o estaba dormido. No tiene ningún sentido.
- ¿Y sobre la situación política actual de Cuba?.
- No quiero hacer ningún tipo de declaración política, no soy
profeta, no se lo que va a pasar en el mundo. Está todo muy
enredado.
- ¿Cree que la novela costumbrista gallega sigue vigente o que los
escritores gallegos adoptan ya otros géneros?.
- En la literatura gallega está todo por hacer, por lo tanto todas
las formas son válidas. Literatura real, literatura costumbrista,
literatura de ficción... todo es válido porque casi todo está por
hacer. Estamos, como quien dice, empezando y hay que ser modestos.
Vamos por buen camino pero hay mucho que hacer. Hay muchos
escritores jóvenes, sobre todo en narrativa y en poesía, que están
a la altura de otras lenguas. En teatro estamos todavía un poco
cojos.
La lengua
- ¿Cree que la normativización de la lengua ayudó al idioma gallego
o hizo lo contrario?.
- Es un problema sobre el cual se sigue discutiendo y polemizando
y algún dia las dos tendencias llegarán a una democrática
unificación en normativa definitiva. De todas maneras, buena o
mala, hay una normativa que está ahí, que se estudia en las
escuelas; pero sí, creo que algunas cosas habrá que corregir. Esto
precisamente, el hecho de que una lengua no esté totalmente fijada
y que se discuta sobre ella no quiere decir que sea una lengua
muerta, sino todo lo contrario. Quiere decir que es una lengua que
vive, que está viva, una lengua sobre la que se estudia y que es,
además, el medio de expresión del puebl gallego.
- ¿La vida en las aldea de un niño gallego de los ochenta es la
misma que uno de los cuarenta?.
- No. Es muy distinto. Ahora comen mejor, visten mejor, están más
escolarizados. Ahora
bien, hay aspectos fundamentales de la estructura básica de la vida
social de las aldeas gallegas que todavía se mantiene, que todavía
se reconoce en los personajes de aquel entonces, pero,
evidentemente, es incomparable la vida de un niño de los años
cuarenta a la de uno de los ochenta.
- ¿Pero quizá cambió más en las formas y no tanto en el fondo?.
- Es posible. Aunque tal vez también en el fondo, no se si para
bien o para mal, pero cambió. Evidentemente son otros niños, pero
vuelvo a decir que basicamente las estructuras sociales están ahí y
por eso todavía se reconocen en algunos niños de hoy a aquellos
personajes literarios e incluso en la vida, en lo que les cuentas
sus padres y sus abuelos de hace treinta o cuarenta años.