Centro de Documentación da AELG
Entrevista con Xabier Etxaniz
Xabier Etxaniz
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Fonte: Behinola aldizkarioa, nº 11, 2005

CONTESTACIONES A LA ENTREVISTA

 

1-     Agustín, has trabajo diversos estilos y temáticas en tus obras, ¿Qué tiene de especial el género de la literatura de terror? ¿Por qué te inclinas, a veces, por la literatura de terror?

 

R. Es cierto que una parte de mis libros, sin responder a un plan premeditado, pueden encuadrarse en lo que conocemos como literatura de terror (o de misterio, que es menos restrictivo). Supongo que lo que tiene de especial es la presencia inesperada de elementos fantásticos en un contexto realista, elementos que conectan con los miedos que tenemos todas las personas. Creo que la condición para disfrutar de este género es no creérselo de verdad, creérselo solo mientras aceptas las reglas que implica el hecho de leer ficción, ese pacto de credibilidad que todo lector establece.

    Que me incline a veces por este género supongo que depende de varios factores. Uno de ellos puede ser la tradición oral de mi infancia. En un país como la Galicia de los años cincuenta, las historias que conectan el mundo de los vivos y el de los muertos formaban parte de las creencias colectivas. Otro puede ser la lectura, pues pronto descubrí que me encantaban las historias de miedo. En mi casa había un libro con los cuentos de Poe, y también su novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym: son las primeras lecturas que recuerdo que me produjeran auténtico miedo. Y el cine, claro. Yo era adolescente cuando se estrenó Psicosis de Hithcock, por ejemplo, o las películas de Drácula de la productora Hammer.

   Como autor, creo que la presencia de elementos de misterio dentro de una historia sirve para hablar con más libertad del mundo real. Es como si se ensancharan los límites. Esto se ve muy claro en mi Noite de voraces sombras, donde la presencia del misterio me permite hablar de una realidad que sería muy difícil abordar de otro modo. Me siento muy cómodo con esa mezcla de realidad y fantasía que caracteriza las narraciones de misterio y terror.

 

2- Has hablado de cine, ¿hasta qué punto influye el cine en la literatura de terror y concretamente en tu producción?

 

R. El cine me ha influido mucho, desde siempre, y continúa haciéndolo ahora. Creo que formo parte de una generación que creció con esa fascinación por el cine que tan bien ha expresado Martínez Sarrión en su poema “el cine de los sábados”. Y la literatura de misterio y terror tiene en la pantalla su traducción ideal, narrar con imágenes ofrece posibilidades extraordinarias (no es casual que los mitos, desde Drácula a Frankestein, hayan dado lugar a películas memorables), sobre todo por su capacidad para la elipsis, para sugerir lo que no vemos. Películas como El sexto sentido o Los otros demuestran la permanente vitalidad del género.

 

 

 

 

2-     A lo largo de la literatura clásica, las obras han sido clasificadas como pertenecientes a una temática. Hoy en día, en cambio, son frecuentes las mezclas de temas dispares, así el terror aparece junto con el humor o el misterio. Como creador ¿qué opción sueles escoger?

 

 

R. A mí me gusta mucho esa mezcla, creo que las reglas de los géneros están para ser saltadas y recreadas. Un ejemplo magnífico es As crónicas do sochantre, de Álvaro Cunqueiro: miedo, humor, aventura… de todo hay en esa novela formidable.  Particularmente, creo que la introducción de lo fantástico en un contexto realista es muy productiva, permite abordar la vida desde una perspectiva literariamente más rica. Sobran ejemplos de esto, desde La metamorfosis de Kafka hasta La pel freda de Albert Sánchez Piñol, la última novela de terror que he leído con interés.

   Cuando escribo, me gusta jugar con la ambigüedad, de manera que lector siempre se quede con la duda de si es real o no lo que la voz narradora le cuenta. La primera persona es ideal para esto, por eso la utilizo siempre que abordo una historia de este tipo.

 

 

3-     La literatura de terror tiene muchos años y grandes autores. ¿Cuáles son tus autores preferidos? ¿Hasta dónde influyen nuestros gustos en la literatura que creamos?

 

R. De todos los que he leído, me quedo con tres nombres, que me parecen esenciales: Edgar Allan Poe, M.R. James y H.P. Lovecraft. Son autores que, de un modo u otro, están presentes en las aproximaciones al género que he hecho. Lovecraft, sobre todo, que, aunque es muy desigual, tiene narraciones inolvidables: El horror de Dunwich o El caso de Charles Dexter Ward pueden ser una buena muestra. Y en los cuentos de fantasmas, que tanto me gustan, creo que M. R. James es insuperable.

 

 

4-     Has mencionado autores de lengua inglesa, pero también hay autores gallegos como Xabier Docampo o tú mismo, cuyas obras de terror han tenido una muy buena acogida por parte del público y la crítica.  ¿Cuál es la situación de la literatura de terror en Galicia?

 

R. En la actualidad no se cultiva demasiado este género, y eso que es muy fuerte la tradición popular de los cuentos de miedo. Tenemos autores ya clásicos que son imprescindibles, como Ánxel Fole, y algunos autores actuales que, a veces, incorporan las reglas del género a sus libros (Trece badaladas, de Suso de Toro, podría ser un ejemplo). En los últimos años quizá sea yo la persona que ha abordado con más frecuencia el género de terror.

 

 

5-     En el año 2004 se ha publicado una de tus últimas novelas de terror, Aire beltza. En ella hablas de una joven, Laura Novo, ingresada en un psiquiátrico… ¿dónde está, en tu opinión el verdadero miedo en lo que vemos o imaginamos? ¿Hasta qué punto crees que el miedo nos controla, puede obligarnos a realizar cosas que no queremos?

 

R. Aire beltza es para mí mi mejor novela (aunque los lectores prefieran Neguko gutunak), y creo que tiene muchas más facetas que la del terror. En este caso me interesaba narrar una historia en la que intervienen los miedos y obsesiones que las personas podemos tener. No es casualidad que el libro se abra con una cita de Jung, pues sus teorías sobre los mitos y el inconsciente colectivo tienen una presencia muy fuerte en el libro. Los miedos están en el interior de Laura Novo, aunque ella los corporeíce en una representación simbólica.

    ¿Quién no tiene miedo? Miedo personal y miedo colectivo. Vivimos en una sociedad, además, que se ha calificado como “de riesgo”, donde el abanico de los terrores es mucho más amplio que el tradicional (pensemos en el cambio climático o en las posibilidades de la manipulación genética). Pero, aún en una sociedad idílica, creo que el miedo seguiría estando en el interior de nosotros mismos, porque es algo profundamente humano.

 

 

 

 

6-     En Tres pasos polo misterio, una de tus últimas obras, vuelves a ofrecer unas narraciones donde el terror y el misterio aparecen unidas. ¿Qué relación tienen para ti lo desconocido y el terror, lo misterioso y el miedo?

 

 

R. Este libro es un buen ejemplo de las distintas facetas del género que me pueden interesar. En él hay un cuento (“La serpiente de piedra”) que es un relato escrito siguiendo las pautas marcadas por Lovecraft: terror en estado puro, jugando con elementos inexplicables que no tienen cabida en el mundo real. Pero hay otro (“Las sombras del faro”), que creo que es el mejor, en el que utilizo la presencia del misterio para hablar de un pasado terrible, como fueron los primeros años de la posguerra española. El último (“Una historia de fantasmas”) podría ser un relato escrito siguiendo la tradición gallega (o inglesa, a lo M.R. James) de los cuentos de miedo.

 

 

7-     En una escalera imaginaria que va desde la literatura infantil a la adulta ¿dónde colocarías a la literatura de terror?

 

R. Creo que el tema no condiciona la edad, pues ésta viene determinada más por la complejidad del texto y no por la historia que se cuenta. Como en cualquier otro género, hay libros de miedo y terror para todas las edades, aunque quizá sea en la narrativa juvenil y para adultos donde se dé en mayor plenitud.

 

 

8-     Por último, ¿cómo animarías a una persona joven que no ha leído obras de terror para que se acerque a ellas?

 

R. Si tiene prejuicios (muy frecuentes cuando se habla de literatura de género), le diría que no se deje guiar por ellos: responden a los productos tópicos y reiterativos que toman elementos de los relatos de terror pero que no son tal (y esto es aún más evidente en el cine, donde abundan las malas películas). Y le recomendaría las creaciones que, con seguridad, le van a sorprender positivamente. Drácula, de Bram Stoker, podría ser una buena iniciación. También una selección de los relatos de Edgar Allan Poe, o alguna de las novelas de H. P. Lovecraft. O, ¿por qué no?, que probara a entrar en el ambiente de misterio y desasosiego de Aire beltza.